El glaucoma es una enfermedad secundaria al aumento de la presión intraocular que lesiona al nervio óptico.
El Glaucoma crónico no da síntomas hasta que la enfermedad está avanzada, con lesiones irreversibles. Es primordial el diagnóstico precoz en las etapas iniciales de la enfermedad.
El diagnóstico se basa, aparte de la exploración habitual, en la medición de la presión intraocular, Paquimetria corneal, Campimetria Computerizada, el estudio de las fibras del nervio óptico y de la retina con OCT.
De forma esquemática hay dos tipos de Glaucoma, el Glaucoma Crónico o de Ángulo abierto, el más frecuente, i el Glaucoma de ángulo cerrado.
La mayoria de pacientes afectos de glaucoma se controlan correctamente con tratamiento médico (con gotas), pero en ocasiones puede ser necesario el tratamiento con láser o el tratamiento quirúrgico.
El tratamiento adecuado y el control médico riguroso es primordial para mantener la visión a largo plazo.
